La jota es el baile más conocido del Reino de Aragón, pero ¿podría
esta danza tener un origen valenciano? Cuenta una leyenda que un árabe
valenciano llamado Aben-Jot había inventado un canto y
baile de carácter profano, con el que enardecía al pueblo. Esto provocó
las iras del rey de Valencia Muley Tarik, que decretó
contra él la expulsión del Reino de Valencia. Este árabe se refugió en
Calatayud (Aragón), y fue aquí donde se popularizó este estilo de
canción y baile. Los habitantes de Calatayud lo bautizaron jota, en
honor a su creador, el árabe Aben-Jot.
Los orígenes de esta leyenda son dudosos y la documentación
encontrada, falsa. Además, los investigadores confirman que todo esto es
mentira porque el vocablo “Jot” en árabe clásico no existe, ni como
nombre ni tampoco como apellido. Y “Aben” en árabe significa hijo o descendiente, al igual que en bereber “Beni” es hijo y “Bena”
es hermano. De igual modo la inmensa mayoría de investigadores del
tema está de acuerdo en que la etimología del nombre tampoco está clara.
Que de jot derive jota no tiene sentido ni tampoco se puede tomar con
bases científicas serias.
La leyenda es falsa pero aun así todo apunta al origen valenciano de
la jota. Gracias a la documentación encontrada, la mayoría de
investigadores afirma que el nombre “Jota” proviene del antiguo “Xatha” (pronunciado Xhota o Xota, palabra proveniente del valenciano antiguo “Xotar” (“botar” o “saltar,” voz propia de los mozárabes “sáwta”,
provenientes del romance valenciano de los moriscos y mozárabes
valencianos y que existe también en el dialecto hispano marroquí y en el
argelino con el significado de “baile” o “danza” acorde con la música.
Existen documentos escritos que hablan de la jota como baile muy
generalizado en el Reino de Valencia en los siglos XIV, XV, XVI, XVII y
primera mitad del siglo XVIII (no se ha encontrado ningún documento
anterior que hable de la jota ni en Aragón ni en el conjunto de España y
la jota aragonesa aparece a finales del siglo XVIII). Destaca un cuadro
pintado de la inauguración del Palacio Real, Al-Munia en árabe, que fue
construido en 1009 por el rey de Balansiya Abd-Al-Aziz . Para el arabista Henri Péres en el cuadro se ve a hombres y mujeres bailando una jota.
Si la jota nació en Valencia es lógico pensar que los jornaleros de
Requena, Utiel y sus comarcas, que bajaban a la Ribera del Júcar a la
siega del arroz a finales de septiembre y a la comarca de Lliria y las
tierras del Turia a la siega de la alfalfa, del cereal y la cebolla, a
su regreso comentaran maravillados el baile que habían visto y que se
llamaba jota. Esta danza se extendió por Requena, Utiel y sus comarcas, y
seguramente estos mismos jornaleros fueron los que empezaron a
transmitirla cuando subían a la siega del cereal a los Reinos de Aragón y
de Navarra.
Actualmente la jota se baila en Valencia, la Mancha, Castilla, León,
Navarra, la Rioja, Cantabria, Asturias, Galicia, Extremadura, Andalucía,
Murcia, Cataluña, Canarias, Filipinas… Y por supuesto en Aragón,
donde ha alcanzado su máximo grado de esplendor y popularidad. Pero
investigadores como Galán Bergua, Antonio Beltrán Martínez, José Ruiz de Lihorg, Barón de Álcahalí,
entre otros, afirman rotundamente y sin duda alguna, que la jota nace
en las tierras del Reino de Valencia, en el corazón y las entrañas
mismas de nuestro bienamado pueblo